martes, 31 de octubre de 2017

Taller: Es imposible el psicoanálisis en el Hospital? Sus alcances y limitaciones

¿Es imposible el psicoanálisis en el Hospital?
Sus alcances y limitaciones
Licenciada Any Krieger (APA), Supervisora Clínica del Htal. Rivadavia

La Institución Hospitalaria que podría dar cuenta de la segregación y la indigencia, se transforma contrariamente en un espacio de protección, conformándose en un albergue donde el sufrimiento se encuentra con un receptor privilegiado: el psicoanalista.

Los que sostenemos nuestra práctica desde el psicoanálisis en la Institución Hospitalaria, nos topamos  con el dolor del consultante intentando una escucha, el nacimiento de una palabra que de lugar a la apertura del inconsciente.


Objetivos:

El taller se propone mostrar el funcionamiento de un equipo de trabajo. El pasaje o recorrido de los pacientes a partir del desvalimiento del sujeto, hacia la búsqueda de su identidad. Situación posibilitada a través de encontrar algo del orden de su filiación. Se trabajarán 2 casos clínicos.

La clínica de nuestros días se nos presenta con patologías graves tales como adicciones, conductas compulsivas, violencia, psicosis, trastornos de personalidad en crisis, que conllevan a rupturas de lazos familiares y sociales.

Estas situaciones nos llevan a pensar de qué manera la institución hospitalaria brinda alojamiento, red sostén y por último filiación. Estos pacientes que llegan a veces desgajados, desarmados, encuentran en la institución y en los dispositivos que allí se les ofrecen, un lugar que les permite un camino hacia la reconstitución.

Cuando el lazo o sostén social fracasan el hospital interviene dando una suplencia, lugar de pertenencia  y transferencia institucional múltiple. Los miembros de un equipo de adultos, de grupos y pareja y familia que comparten un trabajo, son convocados a dar una respuesta.

Cómo configuramos un dispositivo? Con qué tipo de encuadre nos manejamos? Tratamos de diseñar el dispositivo mas adecuado para cada sujeto y esto va variando.

En el trabajo con grupos y familias se trata de revisar y revivir vínculos nuevos y experiencias diferentes que le permitan al sujeto refuerzos yoicos. La posibilidad de la creación con otros, esto es lo que produce subjetividad, permitiendo la salida del aislamiento y el encierro narcisista.




Coordinación : Licenciada Any Krieger (APA), Supervisora Clínica del Htal. Rivadavia

Introductores a la discusión:
Licenciada Josefina Mora Elgasi (Hospital Rivadavia) Coordinadora del Equipo de Adultos N°2.
Doctor Alberto Álvarez (APA), Supervisor Clínico del Htal. Rivadavia.
Licenciada Liliana Solari (APA), Ex Coordinadora del Equipo de Grupos, Familia y Pareja, Htal. Rivadavia.

Presentación de casos clínicos:
“La muerte como sombra”
Licenciado Marcos Méndez (Integrante Equipo de Adultos N°2, Htal. Rivadavia)

“Consumo silencioso”
Licenciada Linda Marcal (Integrante Equipo de Grupos, Pareja y Familia, Htal. Rivadavia)







miércoles, 16 de agosto de 2017

LA INCONSCIENCIA DE CULPA


LA INCONSCIENCIA DE CULPA[1]
Dr. Félix Giménez Noble

CULPA ES LA PALABRA QUE ELIGE EL YO PARA DAR CUENTA DE UN ACTO QUE LO HA DAMNIFICADO. SE TRATA DE UNA INTERPRETACIÓN A LA MANERA DE LA ELABORACIÓN SECUNDARIA YOICA EN EL TRABAJO DEL SUEÑO.


Un interrogante esencialmente humano.
La necesidad inconsciente de castigo participaenla construcción detoda neurosis y es una de las principales fuerzas que la estabilizan. Tanto la complejidad, comola consolidación de los síntomas de la neurosis depende de lo intensa que sea esa necesidad.[2]A su vez, intensidad y alcance de dichanecesidad dependen del monto de destructividad pulsional proveniente del super yo inconsciente; super yo que hunde sus raíces en el ello. Pero¿A qué se debe y cómo se explica que el poder que al super yo le da la inclinación a la vigilancia,[3] mude en implacable severidad hacia el yo? Y, ¿En qué consiste, en suma, y cuál es el propósito de tal agresión?

Las adquisiciones filogenéticas del ello
 La filogenia es un acopio de repeticiones regida por la compulsión que rige las necesidades pulsionales básicas de cada individuo.[4]Las pasiones que se reencarnen desde siempreserán: matar al padre, comerse a los hermanos y ayuntarse con la madre. Dichos sedimentos de anteriores formaciones yoicas se regeneran por medio de la fijación de las pulsiones a la represión, la cual se repite en el individuo de cada generación y que da -en consecuencia-, la disposición a reproducir un cuadro arcaico: la neurosis.
    “En “Inhibición, síntoma y angustia”, Freud vuelve nuestra atención sobre las represiones, diciendo que “el factor fijador a la represión es la compulsión de repetición del ello inconsciente”[5]Se cae en la cuenta de que este componente del ello –la compulsión de repetición- ha estado activo desde la fundación misma de lo psíquico: en su organización, el yo inconsciente ha varado al ello en la fijación de las pulsiones. “Lo reprimido (...) no es más que una parte del ello”.[6] // En la entraña de las resistencias del yo está la compulsión de repetición. Las resistencias, cuya configuración yoica cumple la función dinámica de defender al yo del asedio de mociones pulsionales, son relativamente firmes hacia el mundo exterior y hacia el porvenir, pero expugnables desde adentro, desde un pasado actualizado en su fijación. Las mociones, que no pueden más que obedecer a la compulsión de repetición, son las no fijadas, mientras que las que han sido reprimidas, no es que no obedezcan, sino que en ellas no es tan evidente porque obedecen menos debido a dos factores: el debilitamiento del factor fijador - compulsión de repetición consumido en el cumplimiento de su función - y la ligadura que la fijación conlleva.
Al designar Freud a la compulsión de repetición del ello inconsciente como factor pulsional responsable de la fijación a la represión constitutiva del aparato psíquico, no sólo le concede un carácter constructivo para el individuo sino también para la especie. Esta suerte de memoria ancestral encontraría en el proceso de configuración del yo la oportunidad de producir una alteración, intentando darle forma y tiempo a lo que no la tiene. Los yoes de la filogenia, la especie en suma, improntando al individuo, la compulsión al Edipo acerca del cual Freud le escribía a Fliess, los Schema congénitos por vía filogenética procurando la colocación de las impresiones vitales, triunfantes sobre el vivenciar individual. Yono quiere incesto, pero ello sí.”[7]
Siendo sus ascendientes las primeras investiduras del ello y la compulsión,[8] el superyó nace destinado a ser continente de la tragedia edípica.
El parricidio e incesto consecuente, en la filogenia, tiene fueros protectores. Esos crímenes perviven desde siempre, desentendidos de cualquier legalidad. Es quese trata de actos de yoes anteriores que -al devenir filogenéticos, resultan incategorizables. Pero durante la génesis del superyó, la introyección de los primeros objetos de las mociones libidinosas del ello, la pareja parental, impone el peaje de la desexualización. Las intenciones pulsionales del ello hacia el objeto-madre y el objeto-padre sufren un desarme: deponer las investiduras sexual-incestuosas equivale areconocer su capacidad criminosa.’Enterado’ del peligro,el yo se apodera de la severidad y la inclinación al castigo de los objetos parentales que ha hecho suyos para darle vida a una instancia moral capaz de evitar la tragedia. El superyó nace entonces, ‘sabiendo de la escena trágico-incestuosa’ pero con la misión de desconocerla, olvidarla, negarla o desmentirla. Por eso el aura que no lo abandona, tiene figuración en la Ley del Talión, la consigna ineludible: -desde ‘daño por daño’, hasta ‘muerte por muerte’.
Pero…

No es fácil que los pacientes nos crean
Fabián se fue a Europa y desapareció. No acudió a la sesión programada para su regreso, no contestó los mensajes y durante más de dos meses no dio ‘señales de vida’. Cuando retomó su análisis, me contó sus desventuras.
Apenas vuelto al país, había contraído neumonía. Cuando avanzaba su restablecimiento, se descubrió amarillo una mañana y las enzimas diagnosticaron virulenta hepatitis. Tiempo después, al retomar los hábitos normales, perdió la billetera con el total de su documentación.Detenido en un semáforo, mientras realizaba las penosas gestiones para recobrar sus papeles y tarjetas, lo chocaron violentamente de atrás. Terminó encarcelado en la comisaría a la que fue a hacer la denuncia, por conducir sin licencia.No pudo concurrir a la sesión siguiente por un esguince en el pie y un día antes del siguiente turno, escribió: “Sumémosle sífilis al resto de las fatalidades.”
    Gerardo, también de regreso de un viaje, avisa que no puede retomar el análisis porque tuvo un ACV al llegar. Pocos días después retoma sus sesiones y lo primero que hace es contar un sueño. El análisis de ese sueño, sus vínculos con el ACV, así como fragmentos de sesión con  Fabián –a propósito de sus fatalidades- serán presentados en el LV Symposium en noviembre.






[1] “No es fácil que los pacientes nos crean cuando les señalamos ese sentimiento inconciente de culpa. Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa, una conciencia de culpa, y por eso no pueden admitir que albergarían en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada. Opino que, en cierta medida daremos razón al veto de los pacientes si renunciamos a la denominación “sentimiento inconciente de culpa” por lo demás incorrecta psicológicamente (porque no corresponde llamar “inconcientes” a los sentimientos) y en cambio hablamos de una “necesidad de castigo”(…) (1824)Freud, S. Obras Completas, Amorrortu e. XIX, “El problema económico del masoquismo” pág. 172


[2] “Ahora bien, descender de las primeras investiduras de objeto del ello, y por tanto del complejo de Edipo (…) lo pone en relación con las adquisiciones filogenéticas del ello y lo convierte en reencarnación de anteriores formaciones yoicas, que han dejado sus sedimentos en el ello. Por eso el superyó mantiene duradera afinidad con el ello, y puede subrogarlo frente al yo.  Se sumerge profundamente en el ello, en razón de lo cual está más distanciado de la conciencia que el yo.” (1923) Freud, S. Obras Completas, Amorrortu e. XIX, “El yo y el ello” pág. 49
[3]“El superyó debe su génesis a que los primeros objetos de las mociones libidinosas del ello, la pareja parental, fueron introyectados en el yo, a raíz de lo cual el vínculo con ellos fue desexualizado, experimentó un desvío de las metas sexuales directas. Sólo de esta manera posibilitó la superación del complejo de Edipo. Ahora bien, el superyó conservó caracteres esenciales de las personas introyectadas: su poder, su severidad, su inclinación a la vigilancia y el castigo.”(1924)Freud, S. Obras Completas, Amorrortu e. XIX, “El problema económico del masoquismo” pág. 172
[4]“La neurosis debe pues, en tanto la represión ha triunfado en ella, reproducir un cuadro arcaico.” (1915) Freud. S. (inédito) “Panorama sobre las neurosis de transferencia”.
[5](1926) Freud, S. Obras CompletasVolumen XX, “Inhibición, síntoma y angustia” op. cit., p.144.
[6](1923) Freud, S. Obras Completas, Volumen XIX, “El yo y el ello” op. cit., p.26.
[7](2014) Giménez Noble, F. eXel Publishing, “Compulsión de repetición”, Cap. 6, pág 91
[8]“La leyenda de Edipo captura una compulsión {Zwäng} que cada quien reconoce porque ha registrado en su interior la existencia de ella.” (1886)Freud, S. Obras Completas, Amorrortu e. I, “Cartas a Fliess, carta 71, pág. 307

miércoles, 9 de agosto de 2017

MODIFICACIONES DEL ENCUADRE : subjetividad, transferencia y "vínculo"

Dra. Amalia Socci

Las teorías implícitas del psicoanalista en la práctica clínica, permiten considerar que las modificaciones del encuadre y la escucha psicoanalítica con las interpretaciones pertinentes, pueden ser sostén de procesos psicoanalíticos que de otro modo serían abortados por la posibilidad de recurrir a terapias no psicoanalíticas que apuntan exclusivamente a contener la angustia del paciente sin la posibilidad de comprensión y elaboración que el método psicoanalítico ofrece para conocer el funcionamiento mental.
El aparato psíquico se estructura en el vínculo con otro y su entorno, el cual  será único, singular.

Me refiero , por ejemplo,  a pacientes que en el transcurso de un tratamiento psicoanalítico son sometidos a intervenciones quirúrgicas cruentas y mutilantes,  también  podemos incluir aquéllos que sufren afecciones crónicas con variadas alternativas en cuanto a sus disponibilidades físicas. Por ejemplo pacientes mastectomizadas duramte el análisis u otro s casos de cáncer o en el caso de enfermedades graves como esclerosos múltiple, enfermedades de sistema,
La posibilidad de elaboración del psiquismo, es decir de lograr nuevas ligaduras entre representaciones existentes y nuevas representaciones con el posible cambio psíquico, es de fundamental importancia .Es entonces cuando debemos considerar la contratransferencia del analista y también su subjetividad al establecer el vínculo con su paciente, como participante en la posible elaboración del mismo.
Nos preguntamos si la repetición en transferencia, los actings, la regresión útil, llevan necesariamente a la elaboración. Considero que la respuesta es NO, porque ello dependerá en parte de lo que decía antes y en parte de lo que acontezca en la situación analítica, en ese encuentro con el analista y con todo lo que allí suceda principalmente la interpretación (contenido  y forma)
La emergencia de las situaciones mencionadas no necesariamente provocan la psicoterapización del tratamiento en detrimento de un proceso verdaderamente psicoanalítico. Al ser objeto de transferencia, el analista sabe que el analizando deposita en él un poder que es de naturaleza imaginaria.
Se trata de considerar el funcionamiento psíquico en circunstancias donde a mi entender el ámbito de la pulsionalidad sexual se restringe prevaleciendo la pulsionalidad de autoconservación.
La realidad psíquica cobra una dimensionalidad de realidad corporal donde hay que asimilar y rechazar y la supervivencia es la mayor preocupación. Esto puede tener incidencia en el establecimiento del encuadre con modificaciones o sostenerlo con sus constantes y variables. Insistiría en el mantenimiento de la asiduidad cuidando las actuaciones tales como “conversar” con el paciente de su afección corporal en detrimento de su realidad psíquica.
La vigencia de las pulsiones de autoconservación permite al psiquismo procesar nuevamente para reencontrar el camino que es la sexualidad.
Retomando lo expuesto quiero remarcar:
La necesariedad del encuadre
La instalación de la transferencia
La subjetividad del analista en la que incluyo sus experiencias de vida y su experiencia como paciente y/o como analista en aspectos referidos a la problemática específica del paciente.
Esto último puede dar lugar a discutir si acordamos que hay ciertas experiencias de vida absolutamente necesarias para la contratransferencia..
Se objetará que la realidad psíquica no tiene que ver con la realidad fáctica, pero “EN CIERTOS CASOS”, la realidad psíquica del analista puede no encontrarse con la del paciente, es decir tener repercusión afectiva. Sabemos la importancia que tiene reconocer que no todos los pacientes “son analizables conmigo”.
Quiero enfatizar el valor de la posibilidad de conjugar comprensión intelectual y afectiva desde valoraciones narcisistas similares.
Recordando a J.McDougall diría que los teatros de la mente y los del cuerpo del paciente tienen siempre personajes en busca de un intérprete en la mente y el cuerpo del analista.

martes, 8 de agosto de 2017

TRANSFERENCIAS, INTERVENCIONES DEL ANALISTA (PSICOTERAPEUTA) Y ENCUADRE


Dra. Lía Ricón
           
Importa tomar conjuntamente los tres ejes, con el muy intencionado paréntesis porque justamente estos tres conceptos usados por los psicoanalistas  a partir de ser conceptualizados por Freud,  no son privativos de los tratamientos psicoanalíticos.
            Pensando en la tarea de los pioneros que difundieron el psicoanálisis de modo tal que hoy Buenos Aires es la ciudad con más especialistas me importa enfatizar la universalidad de estos conceptos.
            La transferencia  y la contratransferencia, consideradas en un sentido amplio, que para mayor comodidad llamaré las transferencias, se dan absolutamente en todas las relaciones humanas. El conocimiento de las modalidades, mecanismos y consecuencias es útil para docentes, para empresarios para abogados  y para todo quien tenga relación con personas. Los psicoanalistas conocemos como se establecen, como se desarrollan, como se potencian o se desconocen. Lo que importa es que este fenómeno descripto y planteado por Freud  tendría que ser un tema  incluido en toda ciencia social, no solo en los seminarios de las instituciones psicoanalíticas.
            Las intervenciones del psicoanalista o del psicoterapeuta están presentes obvio en los tratamientos que todos psiquiatra efectúan con quienes los consultan. Los psicoanalistas, estudiamos, formulación, timing, elección del tema entre todo lo planteado por el consultante, etc. Enfatizo que todo psicoterapeuta de cualquier modelo se enriquecería entendiendo las sutilezas de  este concepto que puede habernos llevado más de un seminario en nuestra formación.
            El encuadre que entiendo como ese soporte en el que se desarrollan los contenidos es también universal no solo para el desarrollo del proceso psicoanalítico, sino para el desarrollo de cualquier proceso terapéutico. No solo esto, el proceso de aprendizaje también tiene un encuadre y este último se da tanto en la enseñanza de las ciencias como en las capacitaciones de todo tipo para trabajos tanto de cualquier técnica como de actividades como las que aparecen en una licenciatura de Turismo y Hotelería.
            Estas perlas de la teoría son las que debemos enfatizar y poder así mantenernos fieles al espíritu y no a la letra de la obra de Freud.
            Cito la frase de un filósofo aparecida en un capítulo en el que trata la filosofía de Epicuro versus Platón. La frase es: “Se mata a un gran pensamiento retomándolo al pie de la letra, ya que lo único que importa es  el espíritu”. (Onfray 2.008)[1]
            Lo dicho para informar a los detractores del psicoanálisis que no es bueno  tirar al chico con el agua del baño y  enfatizar lo que sigue siendo vigente de la obra freudiana y poder entender que hay otros aspectos en los que se impone muy especialmente mantener el espíritu y no la letra. Me estoy refiriendo al modelo heteronormativo de la sexualidad con el que se desarrolla la teoría a partir de Tres ensayos.      
            Importa entender que la sexualidad humana es un punto de la evolución. Si empezamos a partir de una célula que adquirió autonomía y tuvimos primero una reproducción asexuada, la sexualidad tal como está hoy en los humanos, no es, ni fue nunca definitiva.  La diversidad sexual existió a partir de la reproducción sexuada. El humano no es un producto terminado, no fue creado, está en evolución. Esto quiere decir que por ejemplo las zonas de fijación de la libido y la idea de haber llegado a la culminación en la etapa fálica genital es equiparable a la primera idea darwiniana de creer que el hombre está en la cúspide de la evolución[2]. Entiendo así que estos conceptos aceptados sin adecuación a lo conocido en la actualidad, implican que este aspecto de la teoría es fijista y creacionista.
            Estos párrafos muestran por una parte los aciertos universales de Freud y por otra la necesidad de revisar otros aspectos de la teoría.




[1]Onfray M. La comunidad filosófica. Gedisa. Barcelona. 2008
[2] Un murciélago encuentra a un mosquito en un campo de golf, nosotros no le damos con una palmeta en un metro cuadrado. Los animales macrosmáticos tienen un incomparable mayor desarrollo del olfato, etc. etc.

lunes, 7 de agosto de 2017

La interpretación


Lic. Maria Graciela Ronanduano

La capacidad de escucha del analista impone el deber de interpretar aquello que capta en la transferencia al ir haciendo consciente lo inconsciente.
Difícil es tener oídos para oír y voz para interpretar. También lo es comprender y descifrar. Comunicar sin soslayar el mensaje es la labor y responsabilidad del analista en el proceso de cura.
¿Nos preguntamos por aquellas interpretaciones que no hicimos o no alcanzamos a hacer? Es fundamental que cada interpretación logre despabilar tanto por el sentido que transporta como por la experiencia del interior que suscita. La tarea analítica de interpretar es un acto de despertar a quien se encuentra adormecido en su síntoma en relación a lo que no entiende o ignora. El ser humano es incapaz de formular su deseo en forma directa y para llegar a rescatarlo hay que proceder como en el análisis de los sueños atravesando sus múltiples formas y significados. Freud ha demostrado en sus casos que interpretar no es recrear lo habitual cayendo en somnolencia, ni para el paciente “creer o aceptar lo que se le dice” sino que la interpretación en sí misma mueve al paciente a hacerla propia como verdadero producto y testimonio del trabajo analítico. Por esta razón el análisis lejos de crear dependencia lleva al paciente a aprender por sí mismo y a la re flexión. Tal como vemos paciente y analista no se reúnen para recrear la ilusión de plenitud que siente el ser humano junto al otro devolviéndolo al rebaño como ocurre con el discurso social sino despertando su capacidad de darse cuenta.
Despertar al analista de la responsabilidad de interpretar sin soslayar el mensaje que recibe es el legado freudiano. Cuando y de qué modo se interpreta es librado al arte del analista al ir descifrando y acomodando la herramienta en cada instante. La amplitud y el alcance de la interpretación va desde el modelo de las intervenciones de Freud con Dora para lograr una rectificación que relance el trabajo resolviendo el obstáculo de transferencia hasta transportar al analista a ser una pieza más dentro del mecanismo psíquico del paciente que permita reeditar con exactitud y actualidad los hechos del pasado que gravitaron sobre él.
Esperar la transferencia antes de interpretar es indispensable para no actuar por lo que se cree suponer y por ser el lugar donde todo acontecer se legitima y verifica. Existe una pasión humana de interpretar y reinterpretar a veces para avanzar, para desviar la exactitud del significado y otras para pasar de un significado a otro por puro juego de desplazamiento. Trabajar sobre la transferencia nos permite salir de tal atolladero.
¿Qué será de la interpretación al llegar a destino? En el interjuego de la transferencia y la resistencia será doblemente vivida como aceptación y como rechazo. Interpretar sin transferencia es fácil y superfluo pero ahoga el trasfondo de la reserva inconsciente de la cual se espera para trabajar con el eterno retorno del pasado reeditándose en lo actual.
Instalada la transferencia es fundamental la labor de desciframiento que implica la interpretación, porque en la praxis convergen un número complejo de posibilidades combinatorias que llevan a diversas direcciones aunque sólo sea un pequeño signo obtenido de éste modo será más rico que mil palabras.
Tal como para poder captar en el libro de James Joyce “Finnegans Wake” que el título lleva el texto cifrado de su contenido Finn, humilde albañil muere y en el entierro unas gotas de whisky al caer sobre sus labios le devuelven a la vida. ¡Otra vez Finn se levanta y festeja con los suyos!! Dicho personaje ave fénix moderno al que sólo alcanzan quienes acceden a decodificarlo y descifrarlo sin pretender llegar por una simple lectura ya que no es ese el mensaje de la pluma James Joyce.
El modo lógico de combinatoria inconsciente es múltiple y no requiere solo de una modalidad de lectura sino de la capacidad del analista para realizar un complejo desciframiento del material como dice Bion “sin memoria y sin deseo”.
La regla psicoanalítica es libre de impurezas por provenir del trabajo de enfrente mutuo entre regiones vecinas (“gegen, einander, uber”) entre el paciente y el analista, entre el asociar libremente y el atender en atención parejamente flotante, entre consciente e inconsciente. Este término que Freud aplica escasamente usado se observa también en la obra de Goethe para referirse a “Cielo e Infierno” como regiones diferentes no enfrentadas sino en enfrente mutuo y también puede observarse entre “Realidad y Poesía” en la obra de Mörike. Dicho término permite ubicar la posición de cada uno desde su obligación y estructura en el trabajo analítico en observancia de la regla y refleja un modo de permanecer en contacto de proximidad ante magnitudes diferentes. Con la aplicación de la regla psicoanalítica y el noble método, Freud nos ha llevado a la par de los autores más lucidos y complejos de nuestros tiempos al invitarnos a aumentar nuestra capacidad de abstracción para alcanzar niveles cada vez más complejos al relacionar tanto las emociones como las múltiples cuestiones que la mente del psicoanalista recibe y debe interpretar llegando en tiempo y forma, a la vez que ha sido ejemplo de humanidad y sensibilidad frente al dolor de las personas.
Si bien la interpretación usa un número finito de palabras lo hace sobre una variedad infinita de sensopercepciones que esperan ser reconocidas y evidencian la complejidad de nuestra organización mental. Sabemos que el desciframiento es el mayor alcance que tiene la interpretación en psicoanálisis aunque lleve al silencio o conste de pocas palabras y solo se mide su efectividad por el “darse cuenta”, signo inamovible del despertar.



jueves, 3 de agosto de 2017

Reflexiones iniciales acerca de los temas del Symposio APA 2017

Por Dr. Jaime Lutenberg

1)La “neutralidad analítica” es uno de los legados éticos y técnicos más trascendentales de Freud. 

2)Para efectivizar creativamente dicha neutralidad analítica, debemos dejar interactuar en nuestra capacidad de pensar como analistas , el mutuo condicionamiento que existe entre todas las figuras de la transferencia del analizando (transferencia al encuadre,  a la persona del analista, al cuerpo del paciente, al cuerpo del analista, al ámbito social (pasaje al acto);a la sublimación creativa del paciente  a la palabra del analizando; etc);  y de las diferentes figuras de la  contratransferencia consciente preconsciente  e inconsciente del analista.

3) Personalmente Entiendo, que la contratransferencia es una vivencia intima del analista que acontece dentro de la sesión y es reelaborada por el analista dentro de la sesión y en la post sesión. 
Durante la post sesión, el analista puede registrar todos sus insight formulados y no formulados al paciente, a partir de su capacidad de repensar la complejidad de las variables de su contratransferencia.
En dichas reconstrucciones, puede dejar constancia escrita, en su propio idioma conceptual, de las transformaciones evolutivas de lo más profundo e íntimo del inconsciente del analizando, y del suyo propio; si compara entre sí, los “hecho seleccionados” de cada sesión; decantados en el curso de un determinado período de ese proceso analítico (seis meses, uno o tres año, etc).

4) A  partir de esta perspectiva (sincrónica y diacrónica de todo proceso analítico) cada analista podrá definir con mayor precisión el momento del “alta analítica”.
Entiendo  que el “alta analítica” se puede indicar cuando el analizando está en condiciones de continuar operativamente y en forma verosímil, su autoanálisis…abierto al infinito (“Endliche  unenliche analyse”, según Freud) y contar con un alto nivel de honestidad  de pensamiento.

5) Capacidad Negativa Del Analista.
Se trata de un concepto originado en un escrito literario del poeta Keates denominado “La Capacidad Negativa Y El Romanticismo Europeo” (Negative Capability And European Romanticism) y que Bion primero y luego André Geen tomaron, para explicar determinados fenómenos del pensamiento más íntimo de un analista. 
Definición De Capacidad Negativa: 
Consiste  en poder mantener una neutralidad perceptual ante todos los acontecimientos registrados por él analista durante las sesiones, sin descartar ninguno, ni proponerse efectuar ninguna conclusión prematura derivada de su registro perceptual; ya que ello perturbaría su  “neutralidad perceptual”. 
La capacidad negativa del analista, es una íntima posición, técnica, ética y estética, que un analista pone en práctica  en su trabajo clínico y en su personal evaluación del mismo. La capacidad negativa del analista es uno de los componentes de su contratransferencia.
Su capacidad negativa  lo coloca en una relación particular y distinta en relación con el conocimiento total para él vigente en el momento de la sesión, por un lado; y los “desconocidos y novedoso” aportes del analizando, por el otro. 
También  contribuye a que pueda sostener una neutralidad de pensamiento ante sus propias ocurrencias a la vez que lo ayuda a esperar tranquilo, que un “hecho seleccionado” que surja de sus espontaneas asociaciones contratransferenciales, le permita acceder a lograr una novedosa síntesis conceptual y formular una interpretación en consonancia. 
De este modo, la clásica visión sincrónica y diacrónica de la transferencia (“aquí y ahora conmigo” como “como allá y entonces”); adquiere otro sentido, ya que en su razonamiento, en a mente del analista  queda  permanentemente abierta una incógnita, un lugar mental para concebir la existencia de lo nunca representado en el inconsciente del analizando.  

6) Bajo estas condiciones mentales del analista, las repeticiones del analizando (en los sueños, en los síntomas, en los acting out y en la transferencia) pueden abrirse tanto hacía el pasado (lo conocido por el inconsciente y ya editado) como hacia el futuro, lo desconocido, lo inédito. 

7) Si trabajamos dentro de la perspectiva de que “la verdad psicoanalítica es un fenómeno vincular”, la capacidad negativa de la mente del analista puede tolerar el desconocimiento singular de cada integrante de la pareja analítica, y acepta el sobreentendido que, en un futuro, ambos integrantes del vínculo analítico podrán encontrar una nueva verdad mental, mediante la cual se podrá evidenciar el así llamado “efecto terapéutico” del diálogo analítico.

8) En los últimos años se han ido produciendo diferentes innovaciones con relación al uso de la contratransferencia en el análisis de los pacientes neuróticos y no neuróticos. 
Estos cambios dieron y dan lugar hoy, a múltiples controversias que van, del total rechazo a la instrumentación técnica de la contratransferencia; hasta los que la consideran un instrumento indispensable para ahondar en el esclarecimiento del inconsciente de todo analizando; ya sea que se trate de pacientes neuróticos, borderline o psicóticos. 

9) Los   pacientes neuróticos producen su insight dentro de la regresión analítica. 
Entiendo que  ello no es posible de lograr con los pacientes más graves. 
Pienso  que durante el proceso de análisis de los pacientes borderline, es indispensable que el insight relacionado a los problemas del mundo interior del paciente, se configure primero en la intimidad de la mente del analista. 
Puede  o no pasar mucho tiempo hasta que la mente del paciente, esté en condiciones de ser un adecuado “continente” de los “contenidos” de dicho insight a ser pensados en forma creativa por el paciente. 
Es indispensable que el analista, mientras tanto, utilice dichos reconocimientos del inconsciente del analizando, para efectuar señalamientos e interpretaciones en términos comprensibles por los estratos superiores del preconsciente del analizando, no de su inconsciente. 

10) De acuerdo con la primera tópica freudiana, el objetivo de todo proceso analítico es “hacer consciente lo inconsciente”.
La segunda tópica incluye este objetivo, pero el mismo esta redefinido y ampliado por el concepto de “ello”. Esta nueva perspectiva teórica de Freud, planteada en 1923, abre simultáneamente  la tarea analítica hacia dos dimensiones:
A) la dimensión de re edición de lo representado y 
B) de la “edición” de lo nunca representado

12)  La Edición En El Análisis:
 Cuando se produce la escisión del yo en los términos que postula Freud en 1927, entiendo que se genera un desacople sectorial entre el ello y el yo inconsciente. 
Dicho clivaje, afecta la capacidad de inscripción psíquica de las fuerzas pulsionales generadas desde el “ello”, debido a esta fractura en la estructura psíquica.
 Los  “pensamientos potenciales” que las pulsiones de vida virtualmente proponen y favorecen como “tendencia a la evolución de la mente”,  no encuentren un pensador ni un decodificador interno que pueda contener dichos potenciales pensamientos. 
Una vez producida la escisión, el sector escindido del yo inconsciente y el superyo, dejan sectorialmente “huérfano”  al ello, de “identificaciones objetales y representaciones inconscientes” que recepcionen las vivencias a ser pensadas y simbolizadas. 
Estoy  planteando que considero que la escisión, puede también incluir la escisión “relativa” del “ello”, además de escindirse el yo y el superyo. 

El tema de la sugestión (o en qué consiste el análisis) Apuntes Freudianos.


por Dr. Héctor Krakov

Es frecuente que en nuestro medio se intente diferenciar psicoterapia de psicoanálisis a propósito de remarcar que la sugestión se utiliza en el primero de los abordajes, mientras que se prescinde de ella en los tratamientos psicoanalíticos.  
Tales afirmaciones se apoyan particularmente en el trabajo de 1919 en el que Freud, pensando acerca de la aplicación de la técnica psicoanalítica en las nuevas condiciones sociales, nos dice:
Y también es muy probable que en la aplicación de nuestra terapia a las masas nos veamos precisados a alear el oro puro del psicoanálisis con el cobre de la sugestión directa, y quizás el influjo hipnótico vuelva a hallar cabida, como ha ocurrido con el tratamiento de los neuróticos de guerra” (pág. 163).


Con esta apoyatura, la comparación metafórica entre el oro puro y el cobre pasó a utilizarse para subrayar que los analistas somos usuarios de una herramienta de aurífera pureza.
Sin embargo, vale la pena que precisemos a qué se refería Freud con el cobre de la sugestión directa.
Por lo pronto tenía para él un sentido unívoco, que era diferente al de sugestión (sin el adjetivo de directa), que iba adquiriendo nuevos significados según el contexto teórico que estuviera utilizando en cada momento.
Por tal razón, y al solo efecto de ubicar el problema, es útil delinear algunos ejes conceptuales que corresponden a la historia del psicoanálisis.  
En los artículos iniciales sobre técnica (1904, 1905) queda claro que el método psicoanalítico se constituyó como una terapia catártica, conservando basamentos de la técnica hipnótica. Ambas compartían en ese momento una misma teoría sobre el enfermar: los pacientes padecieron una situación traumática y habían retenido el afecto concomitante.
Durante el trance hipnótico se intentaba que el afecto, que se había trastocado en inervación somática, pudiera conseguir una vía de expresión. Se comprobaba así empíricamente que los síntomas reemplazaban a procesos psíquicos sofocados, ya que una vez que el enfermo hacía su catarsis el síntoma desaparecía.
Es aquí donde aparece un detalle que es importante resaltar.
Una vez ocurrida la catarsis, estando el enfermo aún bajo hipnosis, el hipnotizador le impartía la orden sugestiva de olvidar la situación traumática.
La curación consistía en que, una vez despiertos, los pacientes no recordaran el episodio traumático ni lo sucedido durante el trance. A esta particular intervención se refiere Freud con sugestión directa.
Veamos, en este sentido, dos citas textuales.
En la de la 28 conferencia de “Introducción al psicoanálisis” (1917) dice:
La sugestión directa es una sugestión dirigida contra la exteriorización de los síntomas, una lucha entre la autoridad de ustedes y los motivos de la enfermedad”. (pág. 408) y más adelante, “Para el médico, a la larga se volvía...monótona: prohibir en todos los casos, de idéntica manera y con el mismo ceremonial, la existencia a los más variados síntomas, sin poder aprehender nada de su sentido y su significado” (pág. 409).


¿Por qué fracasó la técnica sugestiva realizada bajo hipnosis?
Una primera razón consistió en que los síntomas, desde el punto de vista etiopatogénico, estaban multideterminados, y el médico durante el trance conseguía prohibir sólo una de las varias líneas que participaban en su producción, no todas.
Por otro lado, en lo concerniente ya a la sugestión, al estar la cura sustentada en la orden de olvidar, con el reforzamiento represivo que implicaba, los síntomas reaparecían una vez que se debilitaba la influencia psíquica que la autoridad médica ejercía sobre el paciente.
En la segunda cita Freud lo menciona textualmente:


“Si abandoné tan pronto la técnica sugestiva y, con ella, la hipnosis, es porque dudaba de poder hacer una sugestión tan fuerte y resistente como se requería para una curación duradera” (1905 pág 250).


Una vez que Freud abandonó la técnica sugestiva, intentó diferenciar claramente la sugestión directa, de la que se valía el método hipnótico, de la sugestión psicoanalítica.
En la primera, como vimos, sólo se intentaba reforzar las represiones imponiendo el olvido. Ese sería el sentido preciso del cobre de la sugestión directa, metaforizado como los tratamientos per vía di porre. (1905 pág 250)
En la terapia psicoanalítica, en cambio, el analista toma en sus manos la sugestión con el valor inicial de crédula expectativa (1905 pág 248), más tarde conceptualizada como transferencia positiva sublimada (1912 págs 102-103), y la utilizará con el fin de resolver las transferencias posibles en el paciente.
Textualmente:


En esa medida confesamos sin ambages que los resultados del psicoanálisis se basaron en una sugestión; sólo que por sugestión es preciso comprender lo que con Ferenczi (1909) hemos descubierto ahí: el influjo sobre un ser humano por medio de los fenómenos transferenciales posibles con él. Velamos por la autonomía última del enfermo aprovechando la sugestión para hacerle cumplir un trabajo psíquico que tiene por consecuencia necesaria una mejoría duradera de la situación psíquica” (1912 pág. 103).


Con esa finalidad instaura Freud la regla fundamental (1904), a la que el paciente deberá atenerse, y de ese modo consigue la ampliación de la conciencia que previamente se lograba con la hipnosis.
Deja de buscar el recuerdo traumático, y en su lugar se propone explorar la superficie psíquica del paciente.
Queda así formalizada la técnica analítica, que tiene por objetivo hallar los retoños de lo reprimido. Estos nos servirán de guías para transitar el camino inverso que oportunamente realizara la represión. Una vez que conseguimos ubicarla, el trabajo analítico se propone cancelarla.
Así, la técnica per vía di levare, el oro puro de la terapia analítica implicará que los analistas podamos servimos de la sugestión para cancelar las represiones que están ya establecidas en el paciente, y que funcionan como resistencias internas.
Por último, al finalizar la cura analítica, será la transferencia positiva misma la que tendrá que ser disuelta, para que el paciente recobre plena libertad de sí.

Nota: Este texto es parte del trabajo "El hallazgo freudiano y su potencia en la clínica psicoanalítica actual". Publicado en la Revista Psicoanálisis de APdeBA. Nro 1. Vol. XXIX, del 2007.